diumenge, 22 de novembre del 2015

   
No es el sexo, es con quien lo practicas. 
No es cómo lo haga, es la imaginación que le ponga. 
No es lo que dure, es lo que te satisfaga. 
No es egoísmo, es complacer mutuamente. 
No es pasar el rato, es disfrutar cada minuto. 
No es rutina, es probar cosas ..... 

~La femme en rouge ~
fotografía: pinterest 

diumenge, 12 d’abril del 2015

Querido invierno

Puede que llegue la primavera, y la gente esté más alegre.
Puede que las temperaturas empiezen a ser cálidas suaves y agradables.
Puede que los días se alarguen cada vez mas.
Y que apetezca salir a la calle por eso de la luz hasta tarde. 
Puede que las personas empiezen a salir del letargo de invierno.
Puede que las flores empiezen a salir de sus capullos.
Puede que la primavera altere la sangre a todos en su justa medida.
Dejadme que os cuente que me produce la primavera:
Llega esa época del año que me deprime y me hace estar triste. 
Esa época en que todo el mundo se empieza a quitar capas de ropa y yo misma me encierro entre mantas a echar en falta ese invierno que aun no ha terminado.
Ese momento en que cambiamos la hora y que anuncia inevitablemente que nos acercamos a esos días larguísimos de sol y luz que ciegan tanto y que me hacen recordar y ansiar con mas ganas esos días de frío y oscuridad a las 5 de la tarde. 
El momento del año que la gente se vuelve feliz por excelencia por eso de que las flores florecen, no hace frío,  y yo a cada grado de mas temperatura me deprimo mas y mas y mas triste me pongo .
El momento para algunos tan esperado de que las flores tienen vida floreciendo y que me anuncia una vez más el fin de los meses fríos.
Eso me produce la primavera me altera pero de una manera infinitamente distinta a los demás, 
Dejadme estar triste porque se termina mi época astrológica
Dejadme sentir pena por esas montañas que se sacuden las canas y se visten de universitarios preparados para disfrutar el verano de sus vidas. 
Dejadme cerrar los ojos a tanta luz primaveral, mi cuerpo necesita despedirse del invierno con tiempo y calma, vamos a estar muchos meses sin vernos, quiero oler ese fin de invierno para poder recordarlo en los meses de puro verano. 
Dejadme despedir de de EL FRÍO, LA NIEVE, EL INVIERNO, LOS DÍAS DE INVIERNO SÚPER CORTOS, LAS VENTISCAS, LAS TEMPERATURAS BAJO CERO, EL HIELO EN LA CALLE, EL BAO POR LA MAÑANA, dejadme despedirme de la época del año que armoniza mi corazoncito n para el resto del año. 
Dejadme vivir el final del invierno sin sentir la primavera en cada poro de la piel. 

L.





dimecres, 25 de març del 2015

Los enemigos de un hombre de conocimiento.


(...) cuando me disponía a partir, decidí preguntarle una vez mas por los enemigos de un hombre de conocimiento. Aduje que no podría regresar en algún tiempo y seria buena idea escribir lo que el dijese y meditar en ello mientras estaba fuera.
Titubeo un rato, pero luego empezó a hablar. 
-cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente;su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegaran, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender. 
Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego mas y mas, y sus pensamientos se dan topetazos y se hunden en nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.
Y así a tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el miedo! Un enemigo terrible:traicionero, y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado por su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda
_que le pasa al hombre si corre por miedo?
_ nada le pasa, solo que jamás aprenderá. Nunca llegara a ser hombre de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera , un hombre indefenso, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias. 
_ ¿y que puede hacer para superar el miedo?
_ la respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar el miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentir seguro de si.su propósito se fortalece.aprender no es ya una tarea aterradora.
Cuando llega ese momento gozoso,el hombrouede decir que a vencido su primer enemigo natural.
_¿ocurre de golpe, Don Juan, o poco a poco?
_Ocurre poco a poco y sin embargo el miedo se conquista rápido y de repente. 



_ ¿pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa? 
_no. Una vez que un hombre a conquistado el miedo, esta libre de el para el resto de su vida, porque a cambio del miedo a adquirido claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces un hombre conoce sus deseos;sabe como satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada esta oculto. 
Y así a encontrado a su segundo enemigo: ¡la claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener dispersa el miedo, pero también ciega. 
Fuerza al hombre a no duda nunca de si. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene en nada porque tiene claridad. Pero todo eso es un error; es como si viera algo claro pero incompleto. Si el hombre se rinde a esa ilusión de poder, a sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurara cuando debe ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse. Y tonteara con el aprendizaje, hasta que termine incapaz a de aprender nada mas.
_ que pasa con un hombre derrotado en esa forma Don Juan? muere en consecuencia? 
_ no, no muere. Su segundo enemigo nomas ha parado en seco sus intentos de hacerse un hombre de conocimiento; en vez de eso, el hombre puede volverse un guerrero impetuoso o un payaso. Pero la claridad que tan caro a pagado no volverá a transformarse en oscuridad y miedo. Será claro mientras viva, pero ya no aprenderá ni ansiara nada. 
_pero que tiene que hacer para evitar la derrota? 
_ debe hacer lo que hizo con el miedo: debe desafiar su claridad y usarla solo para ver, esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y llegara un momento que comprenda que la claridad era solo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo, y llegara a una posición que nada pueda ya dañarlo. Esto no será un error ni tampoco una ilusión. No será solamente un punto delante de los ojos. Ese será el verdadero poder. 
Sabrá entonces que el poder tanto tiempo perseguido es suyo por fin. Puede hacer con el lo que se le antoje. Su aliado esta a sus ordenes. Su deseo es la regla. Ve claro y parejo todo cuanto hay alderedor. Pero, también ha tropezado con su tercer enemigo: ¡el poder! .
El poder es el mas fuerte de todos lo enemigos y, naturalmente, lo más fácil es rendirse; después de todo el hombre es invencible. El manda; empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder. 
Un honor mire en esta etapa apenas advierte que su tercer enemigo se cierne sobre el. Y de pronto, sin saber, habrá sin duda perdido la batalla. Su enemigo lo habrá transformado en un hombre cruel y caprichoso 
_ perderá su poder? 
_ no, nunca perderá su claridad ni su poder. 
_ entonces que lo distinguirá de un hombre de conocimiento? 
_un hombre vencido por el poder muere sin saber realmente como manejarlo. El poder es solo una carga sobre su destino. Un hombre así no tiene dominio de si mismo, ni puede decir ni como ni cuando usar su poder. 
_ la derrota a manos de estos enemigos es definitiva? 
_ claro que es definitiva. Cuando uno de estos enemigos vence al hombre no hay nada que hacer.
_ es posible, por ejemplo, que el hombre vencido por su poder vea su error y se corrija? 
_no. Una vez el hombre se rinde, esta acabado. 
_ pero si el poder lo ciega temporalmente y luego el lo rechaza? 
_ eso quiere decir que la batalla sigue. Quiere decir que todavía está tratando de ser hombre de conocimiento. Un hombre esta vencido cuando ya no hace la lucha y se abandona. 
_  pero entonces Don Juan, es posible que un hombre se abandone al miedo durante años, pero finalmente lo conquiste? 
_ no, eso no es cierto. Si se rinde al miedo nunca lo conquistara, porque se asustara de aprender y nunca volverá a hacer la prueba. Pero si trata de aprender durante años, en medio de su miedo, terminara conquistándolo porque nunca se habrá abandonado a el en realidad.
_ como puede vencer a su tercer enemigo, don Juan? 
_ tiene que desafiarlo, con toda la intención. Tiene que llegar a darse cuenta de que el poder que aparentemente a conquistado no es nunca suyo en verdad. Debe tenerse a raya a todas horas, manejando con tiento y con fe todo lo aprendido. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegara a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá como y cuando usar su poder. Y así habrá vencido a su tercer enemigo. 
El hombre estará, para entonces, al fin de su travesía por el camino del conocimiento, y casi sin advertencia tropezara con su último enemigo:¡ la vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que no se le puede vencer por completo, el enemigo al que sólo podrá ahuyentar por un instante. 
Este es el tiempo en el que el hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en el que siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de  de acostarse y olvidar , si se arruga en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá  toda su claridad, su poder y conocimiento. 
Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado hombre de conocimiento, aunque sea tan solo por esos momentitos en que logra ahuyentar al ultimo enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes. 


dijous, 12 de març del 2015

InTEnsiDaDeS

Quizás me guste mirar
Quizás deje de cerrar los ojos para poder saborear cada momento con mas intensidad
Puede que me haya cansado de esperar a que me piropees, 
Puede que ahora sea yo la que te hago subir los colores a la cara
Porque si me apetece perderme en esa boca te lo diré sin ningún problema
Puede que ahora las expediciones a tu cuerpo se hayan convertido en una necesidad, difícil de saciar
Puede que quiera volver a redescubrir cada rincón escondido de tu cuerpo, 
Hacer un recorrido por esos músculos abdominales
Recorrer con mi lengua ese tatuaje
Perderme en tu cuello y sentirte las reacciones a mis labios 
Tocar esa barba que me hace perder los sentidos 
 Puede que mi mirada diga mas de lo que mis palabras expresen, y que solo tu y yo lo sepamos... 
Que un roce se convierte en locura y una palabra medio insinuada encienda lo mas profundo de mi ser.
Puede que tu medio sonrisa y tus silencios sea una preciosa prioridad en mi día a día.. 
Puede que la primavera se este anticipando a mis poros, y acariciarte se convierta en un delicioso juego.... 
Y puede que un masaje deje de ser un simple masaje para convertirse en un sabroso recuerdo, del cual aparece varias veces al día en mi cabeza y me haga dibujar una sonrisa... 
Quizás hasta te prepare una cena, donde tu serás el postre principal, con chocolate y nata, evidentemente.. 
Y puede que quizás después de tanto tiempo, me apetezca levantarme a tu lado.... 

diumenge, 22 de febrer del 2015

Puede







Siempre hemos creído que los niños tenían que ir de azul y las niñas de rosa, y que resultaba que el amarillo era neutro. Que a lo que había que aspirar era a llevar una vida correcta, que consistía en una casa grande, tres niños y un perro. Creímos que nos tenía que gustar lo dulce y espantar lo amargo, y que, a partir de cierta edad, no se podía volver a jugar. Que teníamos que esperar que se fijasen en nosotras y que ellos no tenían que llorar.






Creímos que el esfuerzo del estudio daría sus frutos y que la vida, ante todo, es justa. Nos dijeron también eso de que lo malo es bueno, que la rutina es aceptable, y qué es una cara bonita y una fea. Que si nosotras éramos totalmente independientes quedaba indiscreto. Que si ellos aprendían a cocinar y planchar perdían masculinidad. Creímos que si sonreíamos demasiado, resultaríamos tontos, pero que, si no lo hacíamos lo suficiente, nos tacharían de deprimidos. Aspiramos al “término medio”, creyendo que era lo adecuado, que ser del montón tenía que ser nuestro mayor afán y orgullo. Y que sobre todo no había que cuestionarse nada de esto porque sólo complicaría las cosas, y lo complicado nunca resulta ser bueno.

Y nos lo creímos porque resulta que hay que caerse al suelo un millón de veces hasta que se consigue ver al cielo.



Que hay que saber que a veces lo complicado es la mejor sensación, y que puede que no todo tenga que ser fácil con tal de que resulte que ha merecido la pena.

Y puede que lo correcto ya no sea lo que se lleve y, si me preguntes lo que pienso de ti, puede que la respuesta no te guste.

Puede que el término medio ya dejó de ser suficiente y que todas mis mentiras en realidad sean deseos.

Puede ahora ellos lloren porque, no por no exteriorizar algo, no signifique que no existe.

Puede que nosotras nos hayamos hartado de esperar y que ya no pidamos permiso antes de pedir perdón.

Puede que haya días que haya que cuestionarse todo de más y que nunca se llegue a saber del todo cuántos años hay que vivir hasta ser realmente libres.

Puede que la rutina haya dejado de existir y algunos estemos en nuestra misión olvido, borrando el pasado poco a poco, volviendo a pegar meses al calendario, según nos convenga. Pero no porque no nos guste el pasado, sino porque queremos vivir un millón de futuros posibles.



Puede que se aprendiese más en el estribillo de una canción, que dura quince segundos, que todos esos años en un aula.

Puede que queramos seguir jugando a los veinte y a los treinta. Y lo hagamos.

Puede que vea belleza en las caras que, según los cánones, no la tengan y me pregunte por qué el amor es la ciencia con la teoría más simple y la práctica más imposible de todas.

Y puede que corra porque en el fondo me gusta que me persigan.

Y puede que sea todo muy sencillo y que las segundas oportunidades haya que merecérselas. Que son un regalo y eso de que la gente cambia es una utopía. O puede que no.


Puede que el sabor amargo me guste porque me recuerda a ese verano

Puede que quiera que el mundo nos recuerde por lo que nunca fuimos, que es más grande que lo que siempre seremos.

Puede que haya errores eternos o que todo sea eternamente erróneo. Que el problema no está en que ella no resulte ser la chica de sus sueños, sino en que sea la chica en la que piense dentro de unos años, mientras esté en un bar tomándose una cerveza, deseando habérsela pedido rubia para que se pareciese al color de su pelo.



Puede que cada dos minutos algunos intenten cambiar de estrategia para despistar al adversario, cuando a los únicos a los que consiguen confundir es a sí mismos. Pero no pasa nada, todos lo hacemos tarde o temprano.

Puede que ya me esté cansando de lo de siempre, porque ya deja de saber a lo de nunca.

Puede que los crujidos de la madera del suelo debajo de tus pies se hayan establecido como número uno en mi jerarquía personal de ruidos favoritos.

Y puede que el azul ahora lo lleven las chicas, que el rosa sea cosa de todos y el amarillo se haya pasado de moda.

Y puede que yo sonría demasiado. De oreja a oreja, como se dice. Pero qué queréis que os diga. Me da exactamente igual lo que piensen.